Valeria C. G.
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Mi madre tuvo que ir más de 3 veces a urgencias de Valdecilla por sintomatología de vómitos, dolor y presión muy fuerte en la cabeza, vértigos y sangrado por la nariz, hasta que no se dieron cuenta de que la faltaba visión periférica en un ojo no la hicieron el TAC. Mi madre tenía 60 años. La encontraron un tumor en la cabeza y la pusieron en la lista de espera de la biopsia, la ingresaron 3 días y la dieron el alta. Tuvimos que volver a poco tiempo por que cada semana empeoraba a pasos agigantados. La ingresaron en la planta 5 de la Torre D que es donde están todos los pacientes de neurocirugía y neurología. Estuvo en total 2 semanas y media en esa planta ingresada y yo fui quien la estuve acompañado durante todo ese tiempo. Durante su estancia la atendieron distintas enfermeras/os y auxiliares de enfermería, las cuales una gran parte carecían de humanidad y te trataban con una actitud bastante desagradable, hay que decir que no nos pasó con todas, que cuando nos tocó alguna amable nos sorprendimos. Ejemplos de este trato, me refiero a pedir ayuda para moverla o para cambiarla y tardar entre 3 o 4 horas en venir, que en varias ocasiones acabe cambiandola y aseandola yo como pude. Lo que es habitual pensar es que estarían saturados y estaban ocupadas, pero no era así siempre, muchas de las veces que salía de la habitación a buscar ayuda estaban en el office hablando. Además cuando por fin venían a ayudarnos o iba yo a hablar con ellos te hablaban a la defensiva o como si fueses inútil por no saber cómo ayudar a tu familiar que está ingresado. Tengo 24 años y en mi vida me había tocado ver a mi madre en esa situación tan delicada, tan vulnerable y deteriorándose tan rápido, nunca me había tocado cuidar de una persona enferma entonces carecía de cualquier experiencia dejando de lado que psicológicamente estás hundida y en parte en shock, por eso quiero que se entienda que las personas que estamos acompañando a nuestros familiares ingresados no estamos de vacaciones ni pasando el rato allí, la gran parte estamos atravesando uno de los peores momentos de nuestras vidas al ver a nuestro seres queridos en ese estado, así que no está de más tener aunque sea un poquitín de tacto. Todas las mañanas venían a hacerla la cama y supuestamente a ducharla (mi madre tenía que ir en silla de ruedas porqué con los vértigos no se tenía en pie) y lo primero que me dicen es que me acompañan al baño y que la vaya duchando yo y ellas que eran 2 personas hacían la cama (no siempre venían 2), yo ese día no tenía ropa de cambio porque no tenía ni idea de que tenía que hacer eso y tuve que quedarme con la ropa calada todo el día, cuando ellas si que venían con el calzado apropiado y al final es su trabajo. El único día que no me tocó lavarla el pelo fue el dia después de que la operasen porque tenia puntos y y grapas en la cabeza y me negue a hacerlo puesto que tenia miedo de hacerla daño. Al cabo de una semana y media de estar allí tuvimos que hablar con la asistenta social porque si la daban el alta no podía ir a casa ya que el piso en el que vivimos era muy antiguo con pasillo muy estrechos donde no cabe una silla de ruedas y el baño era inaccesible para ella, además hago hincapié en que mi madre cada semana estaba peor y perdia facultades por tanto no consideramos que estaría en condiciones para que la diesen el alta, transmitimos nuestra preocupación a la supervisora de planta y nos dijo de forma bastante fría e insensible que nadie se queda ingresado esperando unos resultados, menos mal que luego nos reunimos con el neurocirujano y nos tranquilizó y dejó claro que el no la iba a dar el alta. Lo único que reivindicó es por parte del personal de esa planta es que para las siguientes personas que traten ya sean pacientes o acompañantes tengan más tacto y empatía, que igual muchos ya están quemados de los años que llevan ahí pero no es excusa, hay que tratar a los demás como te gustarían que te traten a ti.